Calculo que vi la película original, 'Death Race 2000' (1975), a los 19 años aproximadamente. En una tele de tubo pequeña, acompañado, probablemente bajo los efectos del alcohol, la marihuana o simplemente bajo los efectos de tener 19 años. No se necesitan suplementos para que tu mente se te largue de viaje sin aviso a esa edad. El caso es que no recuerdo casi nada de esa película. Recuerdo vagamente a Stallone, a Carradine y a otros cuantos atropellando a gente de la forma más bestia posible. Recuerdo buen gore y un humor negro algo extraño. Por supuesto me recordó al Carmageddon, videojuego que he disfrutado muchas horas de mi vida. Ese juego bebía de esta película dirigida por Paul Bartel (que se ganó mi respeto con '¿Y si nos comemos a Raoul?') y escrita por Robert Thom y Charles B. Griffith, inspirados por la historia corta “The Racer”, de Ib Melchior. Las críticas que recibió Carmegeddon nada más aparecer no son muy diferentes a las que recibió Death Race 2000 en su día, Roger Ebert incluido, el cual no fue capaz de criticar la película y solo se quejaba de que muchos niños estadounidenses disfrutaban con este festival de sangre. ¡¿Es que nadie piensa nunca en los niños?! Sus padres, para empezar. A lo mejor las noticias en la tele les sabrían a poco a estos chavales. Vamos, en el 75 seguro que los noticiarios estadounidenses ya experimentaban con cocinar la crónica negra de muy diferentes formas para ofrecérsela luego a los telespectadores, enganchándoles cada vez más a esa salsa tan deliciosa... por otra parte siempre habrá personas que no pillen aquello de la sátira, por muy distópica que sea.
Jamás he olvidado lo poco que recuerdo de la película original. Básicamente una cabeza siendo arrollada y aplastada en el asfalto. Una imagen desagradable, pero una imagen que se acerca mucho a lo que viene siendo la imagen real de la cabeza de alguien siendo arrollada y aplastada en el asfalto. Hay verdad en ese truco.
Lo de “película de culto” se usa con mucha libertad desde hace tiempo, pero creo que esta película lo es de verdad. Ya han pasado 42 años desde que Robert Evert se aterrorizara al ver a los chavales pasándoselo bien con 'Death Race 2000'. Por lo visto a Robert ya no le parecía tan horrible la película cuando se estrenó 'The Fast and the Furious'. En esos 42 años muchísima gente en la Tierra murió de forma horrible y también se crearon una barbaridad de películas de lo más sangrientas y desagradables, a la par que divertidas. Y siguen haciéndose como churros ahora mismo. Allá donde alguien tenga una cámara en la mano y sepa darle al botón de grabar...
Se hizo un remake con Jason Statham dirigido por Paul W. S. Anderson. Iba a verlo, pero el tiempo pasa rápido y tampoco es que tengamos mucho. Hay que saber perder el tiempo.
Pero esto va de 'Death Race 2050'.
2050, hay superpoblación, sobran seres humanos y el gobierno de las Corporaciones Unidas de América organiza La Carrera de la Muerte como solución al problema. 4 concursantes recorrerán los diferentes estados atropellando a gente y ganando puntos.
Gran parte de la película está rodada con un croma de fondo, y se nota, y es cutre, pero ese tipo de “fallos” no tienen importancia aquí, son más que secundarios. Está claro que no podían hacer mucho más al respecto (a lo mejor sí, pero que le den.) Por otro lado ahí tenéis “Gravity”, un ejemplo de otra película hecha con una pantalla verde de fondo, y no se nota, y no es cutre, y es un espectáculo visual y sensorial como ningún otro, pero recuerdo salir del cine sintiéndome estafado. Aun diría más... sintiéndome estofado.
Esta película tiene unos cuantos golpes de comedia grandiosos, ayudados por una edición muy cuidada. Juegan intercalando todo tipo de planos y bromas constantemente allá donde pueden y sin marear. Ojalá hubieran cuidado así de bien la mezcla de sonido. La música en la escenas de clímax baja de volumen bruscamente cada vez que alguien abre la boca, eso le quita emoción al asunto.
Otra cosa que me molestó un poco es que cada vez que Frankenstein y Annie tienen una conversación perjudica al maravilloso ritmo que tiene la película. Aunque más adelante ya se te olvida, les coges cariño.
En cuanto a los intérpretes estoy por proponer a Manu Bennett como sustituto de Tom Hardy en Mad Max y a Marci Miller como Furiosa. Qué demonios, no iré a ver la nueva de Mad Max si no sale Malcolm McDowell aunque sea doblando a un tubo de escape. Y más vale que vayan dando más curro a Burt Grinstead, ya soy fan suyo. Es lo mejor de la película, sin contar a Malcolm. Es impresionante cómo Malcolm McDowell consigue hacer único a cada personaje que interpreta, por pequeño que sea. No es el maquillaje o los peinados lo que hacen diferente cada interpretación (en esta película el peinado es para exponerlo en el MoMa y cobrar a gusto la entrada) Este personaje no se diferencia tanto de muchos otros que ha tenido que interpretar Malcolm, podría hacerlo siempre igual, pero no. Simplemente es él... es demasiado bueno ¡Es demasiado bueno!
Momentos favoritos (aparte de Burt y todo McDowell): El coche automático volviéndose loco, el momento “Whaaat?” del espectador VR cuando Frankenstein se quita la máscara y el personaje de Minerva dejando de lado la jerga del Guetto cuando está fuera de competición.
Con sus más que visibles “fallos técnicos”, algunos seguro intencionados, esta comedia es una gozada desde que empieza hasta que acaba y me la suda que esté recibiendo críticas horribles porque sé que también está recibiendo las notas más altas. Más o menos sabía lo que me iba a encontrar, pero no pensé que me la iba a disfrutar tanto. Pero sobretodo sé que el culto ya lo tiene, pues esta película ganará mucho con el tiempo en aquellos a los que nos ha hecho pasar un rato cojonudo.
No puedo acabar sin escribir algo sobre Roger Corman, productor de todas y cada una de las películas de Death Race. De hecho, la película se presenta como “Una película de Roger Corman”. Qué es eso de darle absoluta autoría a los directores...
Roger es toda una gran leyenda viva del cine de bajo presupuesto, y simplemente voy a citar algunas de las más de 400 obras que ha producido:
Sharktopus vs. Pteracuda, El ataque de la cheerleader de 15 metros, Dinocroc vs. Supergator, Arañas Camello, Operación Balikatan, Carnosauro 3: Especies primarias, Emmanuelle 6, Big Bad Mama II, Mountain Top Motel Massacre, Cocaine Wars, Loco campamento (Ligar o morir), o las estupendísimas Suburbia de Penelope Spheeris, Rock'n'Roll High School de Allan Arkush, Cockfighter y The Shooting de Monte Hellman, Caged Heat de Jonathan Demme y Boxcar Bertha de Martin Scorsese.
Y entre sus películas dirigidas se encuentran clásicos como 'El hombre con los rayos X en los ojos', 'La pequeña tienda de los horrores', una buena colección de historias de Edgar Allan Poe y 'La saga de las mujeres vikingas y su viaje a las aguas del gran río serpiente'.
Luego está aquello de que consiguió llevar 'Gritos y susurros' a los Auto-Cines, creando llenazo tras llenazo y recibiendo después una carta de Ingmar Bergman agradeciéndole que encontrara una nueva audiencia para sus películas.
Gracias Roger.
He visto por ahí escrito sobre 'Death Race 2050' que es una película nostálgica. Se le está dando un uso indebido a esa palabra cada vez más a menudo. 'Death Race 2050' es una película de su tiempo, riéndose de su época y criticando a la raza humana, y eso no entiende de edades. A los humanos nos florecen nuevas formas de estupidez a medida que evolucionamos. Esta película es una muestra más de lo que puede pasar si esa estupidez gana.
Una película para los que saben reírse de la muerte.
El espectáculo de la muerte es el opio del pueblo.
El espectáculo de la muerte es el opio del pueblo.
¡Dios Bendiga a las Corporaciones Unidas de América!
/y a Malcolm McDowell/
'Death Race 2050' es Cerezo en Verano.
Fredo Combo
Lo primero que te asalta la quijotera sin duda es el Carmageddom. Gran entrada
ResponderEliminar¡Gracias drugo!
Eliminar